LA BELLEZA DE LAS COSAS
La verdadera belleza de las cosas existe en el espíritu de quien las contempla.
Un amigo pintor me ha dicho en repetidas ocasiones, cuando acudo a visitar sus exposiciones, que la belleza no está en sus cuadros sino en los ojos de quien los contempla.
Guardo un recuerdo muy especial de una visita a la Peña de Francia, acompañado por varias personas a las que la vista desde lo alto llenó de admiración.
Miraran hacia las Hurdes con sus lomas que esconden los pueblos y las alquerían, tendiesen la vista hacia la sierra de Béjar con el reflejo del sol sobre las cumbres, heladas todavía en el mes de junio, o hacia el Campo Charro y los límites infinitos de los encinares, o hacia Monsagro y Portugal, donde el Duero desprende su color rojizo a las nubes al atardecer, siempre había una gama de colores dignos de la paleta del mejor pintor, de nombre Naturaleza.
Me sentía feliz por haberlos invitado y por sus palabras de elogio.
Entonces se acercó a escuchar mis explicaciones una joven con un sombrero cubriendo buena parte de su melena rubia y me sonrió.
- Perdone que me haya unido a su grupo y siga sus explicaciones con un interés especial. Soy ciega y, con mis ojos sin luz , veo en ellos toda la belleza que usted transmite a los excursionistas. Muchas gracias.
En ese momento recordé la frase de mi amigo pintor y le dije :
- La verdadera belleza de estos paisajes está en el interior de los ojos de quienes los contemplan, y usted es capaz de contemplar esa belleza.
Foto Google.com 123RF Vista de las sierras desde la Peña de Francia
David Hume
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