AGARIMOSO
Es una palabra del idioma gallego.
Me la enseñó el señor Serafín el afilador que se movía con su rueda por las calles de Cereceda y a quien yo acompañaba hasta las Dos Cerrás cuando se iba al Cabaco.
El señor Serafín me enseñó a tocar la " chifla " y me regaló una " de niño " que yo escondí en una viga de la cocina.
- Deja de tocar la chifla, me dijo mi padre, porque, además de levantarle dolor de cabeza a tu madre, llevamos tres días de agua. Ya ha llovido bastante y tenemos que sembrar las patatas. ¡ Guárdala hasta el mes de mayo, cuando pase Santa Cruz !.
En Cereceda las " gatas " pronosticaban agua cuando sonaba la " chifla " del afilador.
Según mi amigo Serafín la palabra agarimo significa cariño y el adjetivo agarimoso significa cariñoso.
Mi palabra favorita en gallego era morriña, que yo utilizaba para indicar los balidos de las corderas cuando mi padre sacaba las ovejas al pastor y encerraba las corderas en el chicorzo.
A las corderas les pasa lo mismo que a los gallegos que están lejos de Galicia, porque ellas quieren estar con sus madres en la dehesa o en la sierra.
Otra palabra gallega que a mi amigo Serafín le resultaba " maldita " era el nombre en gallego de la niebla: brétema, que le mojaba la rueda y le hacía " perderse por los caminos entre los pueblos ".
Foto Google.com Monumento al afilador con su rueda.
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