EL PUENTE COLGANTE DE LAS HORMIGAS
Lo denomino " colgante " porque al llegar al otro lado hay que " descolgarse " para poner de nuevo las patas en el suelo.
" Siempre habrá piedras en tu camino " es una frase muy " gatuna " porque los gatos - mi padre, el tío Cesario, Silvestre , . . . - tenían la costumbre de ir " todo el camino " cogiendo piedras sueltas y poniéndolas en la orilla.
Recuerdo con " simpatía y amistad " a mi vecino Modesto - felizmente jubilado - subiendo a la Peña desde la Fuente de Simón Vela y renegando porque había muchas piedras sueltas en el camino de subida.
- Si cada uno que ha subido, hubiera quitado una piedra el camino estaría limpio y se subiría mejor, me dijo al acompañarnos en la peregrinación.
- Mira los montones que hay hechos como símbolo de un recuerdo de su paso por aquí, le dije sonriendo.
Era verdad. Al lado derecho y al lado izquierdo de un camino muy empinado y con piedras sueltas hay montoncitos de piedras que los peregrinos han ido colocando como recuerdos de su paso hacia la cumbre.
Las hormigas - mis amigas del verano en las Eras y en el Teso - trazaban " autopistas hacia su hormiguero por las que nos robaban los granos de trigo o de cebada con los que alimentarse en el crudo invierno de Cereceda.
Algunas veces les poníamos piedras en su " autopista " y ellas las bordeaban con la carga, pero seguían hacia su agujero sin arredrarse ante esa dificultad artificial.
En la foto se refleja el escaso miedo que un palo les ofrece: subida, camino por él, y dejarse caer sin soltar la carga.
Así debe ser nuestro caminar por la vida.
Foto pinterest.es
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