domingo, 2 de febrero de 2025

DOÑA GENEROSA Y SU GATITA SABINA






Generosa vive feliz en su pueblo.

Su pueblo es el pueblo en el que nació pues su padre, don Roque, era el médico de varios pueblos " pequeños " y vivía en el que estaba casi en el centro geográfico.

Ella estudió en la capital y ejerció su profesión de médico durante unos años en un pueblo grande y los años restantes hasta su jubilación en la capital.

Sus " enfermitos " - así los llamaba ella - eran los niños.

- Yo fuí siempre " la médica de los pequeños ", porque a mí el título de pediatra me desagradaba.

Ahora lee y pasea y hace tapices a mano.

Siempre en compañía de Sabina.

Sabina es la nieta de una gata que regalaron a su madre y tenía ese nombre.

Sabina y doña Generosa " se llevan " muy bien, y los pocos vecinos que quedan en su pueblo, las saludan cuando caminan por la calle principal o por las callejuelas.

- Mi pueblo tiene una sola calle, " larga como un día sin pan ", decía mi padre, y diez callejuelas estrechas y empedradas y con los tejados tapándolas para que cuando llueva nadie se moje.

Doña Generosa vive en una punta de la calle, y en la otra punta, está el bar al que acude cada mañana a recoger su pequeña hogaza de pan.

En casa se reparten el pan entre las dos amigas.

El pan Sabina se lo come en sopas mojadas en leche.

- Sabina es un poco golosa y un poco señorita y parece una gatita de capital.


Foto  pinterest.es

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