lunes, 31 de agosto de 2020

 

EL CRUCIFIJO PEQUEÑO  ( EL CRUCIFIJO DEL PRESBITERIO )

Este artículo apareció publicado en el nº 5 de la Revista PATALOSO, agosto 2.020, firmado por Atanasio Sánchez, Director de la Revista.



La restauración del crucifijo pequeño era uno de los sueños de Serafín.

El Crucifijo pequeño tiene una cruz trebolada y unas medidas de 160 x 87 cm, con el brazo vertical más largo de la proporción que le corresponde porque es un crucifijo procesional.

Este Crucifijo lo llevaba el sacristán en la administración de la Extremauncióna los vecinos enfermos, y en los entierros.

Las medidas del Cristo son 90 x 78 cm.

La cruz y el crucifijo son de madera tallada y policromada.

Los especialistas lo han datado en los años finales del siglo XVII y los primeros del siglo XVIII ( entre 1.690 y 1.720 ), por lo que este crucifijo llegó a la iglesia parroquial actual desde la iglesia situada en el Altozano.

El escultor que realizó esta obra  es anónimo. Parece que fué un escultor popular que realizó trabajos de tallas religiosas en pueblos de la zona para el Conde de Miranda.

En diversas ocasiones Serafín pidió presupuestos a varios restauradores, pero el coste superaba sus posibilidades económicas, aunque recibió el ofrecimiento de ayuda por parte de Felicitas Macías.

La obra fué incluída  en el presupuesto inicial de la restauración del Retablo de la Parroquia.

Claudio, el restaurador del grupo Uffizzi, inició las trabajos en el mes de Junio para restaurarlo en la propia iglesia.

Me contó que en una ocasión  mientras trabajaba, pasó por la calle y se acercó a ver su trabajo, una mujer.

" Al verlo hecho pedazos y colocado sobre una mesa, me dijo : Pero, ¿ qué le ha hecho usted ?. ¡ Ha matado a ese Hombre !. Señora a este Hombre lo mataron hace dos mil años, y no fuí yo."

En Octubre del año 2.009 el Crucifijo pequeño lucía precioso en el presbiterio al lado del altar, con una peana nueva, obsequio de la empresa restauradora Uffizzi.

Foto. El Crucifijo del presbiterio.  Revista PATALOSO.



domingo, 30 de agosto de 2020

 

A TRANCAS Y BARRANCAS

Es una expresión que se decía en Cereceda para mostrar la dificultad encontrada en la realización de algún trabajo o en algún compromiso dificultoso.


La tranca era un trozo de madera que se colocaba detrás de la puerta del corral y que solamente se podía abrir desde el interior.La tranca estaba colocada a una altura imposible de quitar por un niño.

La gente del pueblo decía que la puerta que tenía tranca - trancar la puerta - era imposible de abrir desde el exterior.Era una forma elegante de impedir la salida del ganado que " habitaba " en el corral. En algunas casas la tranca era una barra de hierro, Mayor dificultad a la hora de abrir la puerta.

Barranca es el femenino de barranco, espacio dificultoso de superar. La barranca solía estar formada por un suelo de cantos rodados y unas paredes verticales, imposibles de superar por el ganado.

" A trancas y barrancas " lo decía yo cuando tenía que cuidar de las vacas en el río Yeltes durante el verano, y les " picaba " la mosca. " A trancas y barrancas he podido sujetarlas sin que se escaparan corriendo por la Ladera." Era una misión difícil porque las moscas se " cebaban " con las vacas en las orejas, los ojos o la nariz. 

Foto  pinterest.es

sábado, 1 de agosto de 2020

SE ARREGLAN ....


SE ARREGLAN ....




Era el comienzo de un bando público que cada artesano lanzaba por las calles del pueblo,
Se arreglan sillas, se arreglan trillos y se ponen chinas, se arreglan calderos y calderetes..
Aparecían por Cereceda al atardecer. Llegaban al pueblo con las cabras o las ovejas, a veces, con el coche de línea.
No los asustaba el mal tiempo porque llegaban con cualquier tiempo.
Se acercaban a la posada de Cándido y pedían que les hicieran la cena.
Mi madre comenzaba a pelar patatas para hacer una cena " de pueblo " consistente en patas cocidas y tocino frito. Algunos pedían que les añadiera algún trozo de chorizo casero o algún huevo frito.
 Se sentaban en el banco de la cocina, fumaban un cigarro, encendido con un palo de la lumbre o con una brasa cogida con las tenazas.
Habian dejado en el portal la caja de las herramientas, los haces de bayón y las bicicletas.
Yo los recuerdo acompañados siempre por una bicicleta.
Dormían en el portal junto a sus pertenencias y se levantaban cuando mi padre había prendido la lumbre y la botella de aguardiente estaba sobre la camilla de la cocina.
Cuando yo me iba a la escuela  - en Cereceda la escuela se abría a las diez y media - ellos comenzaban a vocear por las calles los " servicios " que ofrecían.
A mi me gustaba acompañar al hojalatero y su cantinela : Se arreglan jofainas, calderetes, calderos, ..
Yo siempre le preguntaba para qué servían las jofainas. Mi madre la llamaba palangana, y yo no quería que los dos nombres fueran para la misma cosa : una " cosa " de hojalata para lavarse la cara.
Al mediodía buscaría al " sillitero " para ver cómo trenzaba el bayón para arreglar el " culo " de las sillas.
A media tarde se irían a otro pueblo. A Cereceda habían llegado desde Tamames y se marcharían por la carretera hacia El Cabaco, el Maíllo y Morasverdes.

Foto  pinterest.es


¿ CUÁNTOS ARCOS HAY EN LA PLAZA MAYOR DE SALAMANCA ?


¿ CUÁNTOS ARCOS HAY EN LA PLAZA MAYOR DE SALAMANCA ?







" Hablamos de algo más que un monumento, es una obra de arte en sí misma."   tribunasalamanca,com
" Son 88 arcos de medio punto y esa cifra está escrita en uno de esos arcos. " tribunasalamanca.com

Yo pasé unos cuantos años de mi juventud en Salamanca.
Como buen estudiante pasé muchas horas en la Escuela Normal de Maestros y en la Biblioteca de la Universidad, pero, como buen estudiante, pasé bastantes horas caminando bajo los arcos de la Plaza Mayor.
Nunca se me ocurrió contarlos.
Ahora me he enterado que hay 88 y que el número está escrito en uno de ellos.
En mi " época " salmantina era normal " quedar " bajo un determinado arco de la Plaza Mayor.
- Nos vemos bajo el arco que da a la plaza del Corrillo.
- Te espero en el arco de salida a la calle Zamora.
- Mi amigo vendía el cupón de los ciegos en el arco de salida a la calle Prior.
El arco de Las Torres o del Novelty eran lugares " famosos " de espera y reencuentro.
A mi me gustaba el arco que daba al Pozo Amarillo. Allí cambié apuntes muchas veces a estudiantes de la Facultad.
Desconozco si todavía en el año 2.020, cada arco tiene un nombre para ser recordado o esa costumbre murió con los estudiantes del siglo XX.

Foto  tribunasalamanca.com

CARCAÑALES

" AHOLLAR "  LA PAJA

Hollar significa pisar con los pies.
En Cereceda decimos " ahollar " para indicar que pisamos la paja con los pies para apretarla y que entre una cantidad mayor en el carro.
El carro llevaba unas redes delante y detrás y unos tableros curvos en los estacones de los laterales.
Se intentaba que cupiera la mayor cantidad posible de paja trillada.
Cuando íbamos a venderla a los pueblos de la Sierra - mi padre la llevaba a vender a Miranda del Castañar - colocábamos encima unos sacos grandes - los llamábamos sacas - para llevar una cantidad mayor.

Era un trabajo que a mí me agradaba.



Se realizaba una vez terminada la limpia de las parvas.
Para realizar el trabajo se madrugaba pues necesitábamos que hiciera fresco y que el aire estuviera " dormido ".
Se necesitaban unas cuantas personas " con ganas de trabajar " : uno se quedaba en las Eras, otro llevaba el carro cargado hasta el pajar, otro tiraba la paja al pajar - en Cereceda los pajares estaban en alto, encima de la zona donde comía y descansaba el ganado -, otro la iba llevando hasta el final del pajar.
Quedaban dos personajes más : el que la ahollaba en el pajar - oficio que me desagradaba pues te ahogabas con el polvo y el tamo -, y el que ahollaba la paja en el carro.
Este oficio era el " mío ".Se tragaba paja y polvo ( aunque mi madre me ponía un " moquero " para taparme la boca y la nariz, pues las mascarillas dormían el sueño de los inventos ) y se " sudaba, pero volvías a las calles del pueblo encima del carro cargado, con los pies colgando sobre las vacas y presumiendo porque tocabas con la mano los balcones de las casas.
Una escoba de brezo para barrer en las Eras era una " herramienta " imprescindible en el trabajo de " encerrar la paja."
Pero las que eran necesarias y cada persona llevaba la suya eran las briendas.
Las briendas las hacíamos nosotros en invierno con bardas de roble y con cuerdas. En todas las casas había tres o cuatro briendas.
Hoy " descansan " en algún clavo de la pared del corral.
La " faena " se acababa por ese día a las diez con el almuerzo. Un almuerzo abundante, que el blog ya ha contado en otro artículo. ( 21 de Agosto de 2.018 ).
" Mañana, a la misma hora, os espero ", decía el dueño de la paja.
El jornal se pagaba con la ayuda de unos vecinos a otros.
Hoy el trigo ha desaparecido. La siega, la acarrea y la trilla son cosas de los abuelos. ¿ Encerrar la paja ?. 
- Abuelo, eso ¿ qué es ?.

Foto  google.com