sábado, 13 de septiembre de 2025

TANTARANTÁN




 
 
Es una palabra que me agrada.
 
Tiene cuatro vocales, cuatro " aes ". 
 
" Golpe fuerte que provoca que una persona o cosa oscile o se tambalee ".
 
En Cereceda la utilizaban preferentemente las " gatas ".
 
- Fuí a destapar la poza de Pundientes y resulta que Genoveva había madrugado más que yo, y, cuando llegué, la poza estaba a medias de agua. Nos dijimos unas palabras y me pegó un tantarantán que estuvo a punto de tirarme a la poza, escucho en la Plaza a Romilda, Romi para la gente mayor.
 
El domingo por la tarde hubo jaleo en la partida de calva. 
 
- Quienes se enfrentan a Belisario saben que tiene mu mal perder y siempre termina riñendo con el compañero, con los contrincantes y hasta con cualquier espectador que " abra la boca " . Al muchacho de Periquín se le ocurrió " reirse por lo bajinis " y le pegó un tantarantán, que lo mandó al suelo. ¡ Menos mal que no había ido su padre !, me cuenta Narciso, el juez de la partida de calva.
 
Entre los muchachos también se mencionaba esa palabra durante el recreo de la jornada de la mañana. La intervención de don Lamberto era siempre rápida, justa y aleccionadora.
 
Recuerdo una mañana en la que yo le di un tantarantán al hijo del capador de los cerdos porque movió mi canica, aunque, según él, sin querer.
 
Al momento me mandó llamar don Lamberto y la " perorata " que me echó todavía resuena en mis oídos.
 
Hoy es una palabra " gatuna " perdida de las calles, de la plaza y del campo - hace muchos años - escolar de Cereceda.
 
 
Foto  Google.com 
 
 

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