sábado, 1 de agosto de 2020

SE ARREGLAN ....


SE ARREGLAN ....




Era el comienzo de un bando público que cada artesano lanzaba por las calles del pueblo,
Se arreglan sillas, se arreglan trillos y se ponen chinas, se arreglan calderos y calderetes..
Aparecían por Cereceda al atardecer. Llegaban al pueblo con las cabras o las ovejas, a veces, con el coche de línea.
No los asustaba el mal tiempo porque llegaban con cualquier tiempo.
Se acercaban a la posada de Cándido y pedían que les hicieran la cena.
Mi madre comenzaba a pelar patatas para hacer una cena " de pueblo " consistente en patas cocidas y tocino frito. Algunos pedían que les añadiera algún trozo de chorizo casero o algún huevo frito.
 Se sentaban en el banco de la cocina, fumaban un cigarro, encendido con un palo de la lumbre o con una brasa cogida con las tenazas.
Habian dejado en el portal la caja de las herramientas, los haces de bayón y las bicicletas.
Yo los recuerdo acompañados siempre por una bicicleta.
Dormían en el portal junto a sus pertenencias y se levantaban cuando mi padre había prendido la lumbre y la botella de aguardiente estaba sobre la camilla de la cocina.
Cuando yo me iba a la escuela  - en Cereceda la escuela se abría a las diez y media - ellos comenzaban a vocear por las calles los " servicios " que ofrecían.
A mi me gustaba acompañar al hojalatero y su cantinela : Se arreglan jofainas, calderetes, calderos, ..
Yo siempre le preguntaba para qué servían las jofainas. Mi madre la llamaba palangana, y yo no quería que los dos nombres fueran para la misma cosa : una " cosa " de hojalata para lavarse la cara.
Al mediodía buscaría al " sillitero " para ver cómo trenzaba el bayón para arreglar el " culo " de las sillas.
A media tarde se irían a otro pueblo. A Cereceda habían llegado desde Tamames y se marcharían por la carretera hacia El Cabaco, el Maíllo y Morasverdes.

Foto  pinterest.es


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