viernes, 18 de abril de 2025

 SEGÚN TE VEO EL HATO, así te trato




HATO  " Ropa y otros objetos que alguien tiene para el uso preciso y ordinario ".


Es una frase que se usa para expresar  que la forma en que se trata a una persona está relacionada con la impresión que se tiene de esa persona.

A la posada de mis padres en Cereceda, por los años 50 del siglo pasado, llegaban casi a diario personas con diferentes hatos.

Los había que llegaban en un carro de mulas, quienes llegaban en caballos o en burros, quienes llegaban en bicicletas y quienes llegaban - los afiladores - empujando la rueda de afilar.

Mi padre me enseñó que debía tener mucho cuidado con la apariencia de quienes llegaban pidiendo posada.

- Te puedes encontrar a personas que vienen muy bien vestidas y muy elegantes y no tienen un duro. En cambio hay otras que vienen como el señor Santiago, empujando la rueda de afilar y son muy ricas y pagan muy bien la posada.

Yo me asombraba con los " chalanes " de vacas, terneros y churras, que llegaban con su sombrero de ala, su puro en la boca y su reloj de bolsillo.

Me llamaban también la atención los jóvenes de ambos sexos, que llegaban desde Portugal con azúcar y café.

Muy bien vestidos aunque con alpargatas, " para si hace falta correr de la guardia civil " me decían.

Otro grupo eran los serranos con miel o con aceite o con aceitunas o con carozo y que hablaban un castellano que yo casi no entendía. 

Por último citaré el grupo de los jurdanos con  mulos o burros pequeños y pantalones de tela a pesar del frío y sus " gorrinas " de pobres.

La posada les ofrecía un sitio caliente en el portal o en el pajar para pasar la noche y un plato de patatas cocidas calientes y un trozo de tocino y de pan.

Eran muy raros quienes pedían una cama, excepto la pareja de la guardia civil, que siempre dormían en la sala grande.

Un " señor " con gabardina y sombrero que controlaba la producción de trigo y de patatas era la persona más importante que llegaba a la posada y " pasaba la noche " en Cereceda.

Allí aprendí sicología, " sicología de la vida " que decía mi padre.


Foto  Google. com  El afilador gallego.

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