SEGÚN TE VEO EL HATO, así te trato
HATO " Ropa y otros objetos que alguien tiene para el uso preciso y ordinario ".
Es una frase que se usa para expresar que la forma en que se trata a una persona está relacionada con la impresión que se tiene de esa persona.
A la posada de mis padres en Cereceda, por los años 50 del siglo pasado, llegaban casi a diario personas con diferentes hatos.
Los había que llegaban en un carro de mulas, quienes llegaban en caballos o en burros, quienes llegaban en bicicletas y quienes llegaban - los afiladores - empujando la rueda de afilar.
Mi padre me enseñó que debía tener mucho cuidado con la apariencia de quienes llegaban pidiendo posada.
- Te puedes encontrar a personas que vienen muy bien vestidas y muy elegantes y no tienen un duro. En cambio hay otras que vienen como el señor Santiago, empujando la rueda de afilar y son muy ricas y pagan muy bien la posada.
Yo me asombraba con los " chalanes " de vacas, terneros y churras, que llegaban con su sombrero de ala, su puro en la boca y su reloj de bolsillo.
Me llamaban también la atención los jóvenes de ambos sexos, que llegaban desde Portugal con azúcar y café.
Muy bien vestidos aunque con alpargatas, " para si hace falta correr de la guardia civil " me decían.
Otro grupo eran los serranos con miel o con aceite o con aceitunas o con carozo y que hablaban un castellano que yo casi no entendía.
Por último citaré el grupo de los jurdanos con mulos o burros pequeños y pantalones de tela a pesar del frío y sus " gorrinas " de pobres.
La posada les ofrecía un sitio caliente en el portal o en el pajar para pasar la noche y un plato de patatas cocidas calientes y un trozo de tocino y de pan.
Eran muy raros quienes pedían una cama, excepto la pareja de la guardia civil, que siempre dormían en la sala grande.
Un " señor " con gabardina y sombrero que controlaba la producción de trigo y de patatas era la persona más importante que llegaba a la posada y " pasaba la noche " en Cereceda.
Allí aprendí sicología, " sicología de la vida " que decía mi padre.
Foto Google. com El afilador gallego.
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