AÑO DE OVEJAS, año de abejas

Cuando iban a llegar las Navidades aparecían por las calles de Cereceda los restos de las hogueras de " gelechos " secos, en las que se habían " chamuscao " los cebones.

Era un ritual de cientos de años el que cada " gato " hiciera una hoguera frente a su casa para hacer la matanza.

Si te dabas una vuelta por el pueblo, sabías quién había hecho ya la matanza y quién andaba retrasado " por culpa de los muchachos " pues era una fiesta mucho más familiar que la Nochebuena.

Como las calles eran de barro, la marca duraba, por lo menos, hasta San Pablo, el 15 de Enero.

Por esas mismas fechas aparecían por la posada los jurdanos. con sus caballerías.

Traían aceite y miel y castañas pilongas.

Mi madre siempre les cogía miel y aceite a cambio " de la posada y de cebada y de harina y de alubias " pues los pobres jurdanos no tienen nada de nada ", decía mi madre.

Yo me encargaba de recordarle a mi madre que la cena de Nochebuena eran castañas pilongas cocidas  y una cucharada de miel en cada plato, pues esa noche en la posada se cenaba en platos, aunque la cena se presentaba en una fuente de barro.

- ¿ Como va el año con las ovejas, señor Cándido ?, le preguntaban a mi padre.

Su respuesta era siempre de ánimos " Este año tengo veinte corderos pa vender y doce corderas que las dejo pa criarlas ". 

Respuesta de ese estilo todos los años aunque con pequeñas variaciones en los números.

Y los jurdanos le decían a mi padre " Si usted tiene buen año de ovejas, nosotros tendremos buen año de abejas ".

Eso significaba " buen año de queso en Cereceda y buen año de miel en El Ladrillar ".

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