" VANSE LOS AMORES, quedan los dolores "

Una frase que escuché a mi abuela Fausta cuando una mujer viuda, que vivía con sus hijos, se había enamorado de un hombre " solterón " de un pueblo lejano.

Un día el " solterón " - al menos eso decía él - se fué y no volvió más.

La pobre viuda se quedó " compuesta y sin novio ", en expresión de mi abuela.

Pero recuerdo que su vecina, la señora Rita, añadió " vanse los amores, pero quedan los dolores " en un castellano " gatuno " de los años cuarenta del siglo pasado.

" Siendo mozo ", recuerdo una " gata " moza que se enamoró " perdidamente " de un señorito de ciudad, y todo el pueblo pensó que ese " amor " llegaría a boda.

Un día se descubrió que el señorito tenía mujer e hijos en la ciudad y la " gata " moza se quedó soltera y sin amores.

Se marchó del su pueblo a la búsqueda de otro amor  pero acompañada por los " dolores ".

- " Antaño si habías tenido un amor, se sufría mucho, decía mi abuela, siempre pensando en el amor, que pudo ser pero no fué ".

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