LIBERTAD Y FELICIDAD

Dos frases - mi padre las habría denominado " sentencias "- que son una sola con distinto orden en las palabras que las forman.

Siempre aconsejé a los estudiantes a quienes impartí clases que eligieran un trabajo que fuera de su agrado.

Y a aquellos que aspiraban a llegar a la Universidad, les animé a elegir la " carrera " que fuera acorde con sus deseos y sus capacidades.

Ellos eran " libres " - entre comillas - para elegir el bachillerato o la Formación Profesional.

Pocos, muy pocos, tuvieron que seguir los estudios que sus padres habían elegido.

Hasta ahí llegaba su " libertad ".

Ya he hablado en alguna ocasión de mi amigo Rubén, que en un local, que parece un " cuchitril ", se dedica a hacer copias de llaves, a poner tacones despegados o mediasuelas ( medias suelas ) a los zapatos de los " viejos " del barrio.

En varias ocasiones le he preguntado si era feliz con ese trabajo.

- Este trabajo lo elegí yo. Desprecié otros trabajos en almacenes o en el puerto. Hoy soy feliz solucionando pequeños problemas a la gente, me responde siempre.

A mí me solucionó un problema " grande " el día que la llave de mi puerta blindada se partió y mis familiares que tenían copias, se encontraban fuera de la ciudad.

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