" CASTIGO " a las faltas de ortografía
Aprendí a no cometer faltas de ortografía con dos profesionales de la enseñanza " pueblerina " :
. Don Lamberto Lopez Elías
. Doña Maximina Sánchez Sánchez.
Don Lamberto fué el único maestro que yo tuve en mis seis años como alumno de la Escuela Unitaria de Niños de Cereceda.
Doña Maxi ejerció su profesión en Paradinas de San Juan, en Nava de Francia, en El Madroñal y en La Alberca.
Esta profesora era hermana de mi padre y me " daba clases particulares " siempre que estaba en casa de mi abuela.
Tenía la " buena o mala " costumbre de mandarte escribir quinientas veces aquella palabra en la que habías cometido la falta de ortografía.
Siempre le recordé - falleció el año 2007 en Salamanca - la palabra tigre que yo convertí en " tigure " y que escribí 500 veces, aunque mi abuela Fausta, su madre, me dijo que hiciera menos " porque tu tía no las va a contar ", pero yo hice las 500 ante el temor de que se enfadara y me mandara otras quinientas más.
En mis años de profesor de Lengua Castellana siempre valoré la ortografía correcta en cualquier ejercicio o en cualquier examen.
Mi felicitación y mi agradecimiento a quien haya propuesto " la penalización de hasta dos puntos en Lengua y uno en el resto de las materias a la hora de evaluar las pruebas de acceso a la Universidad "
lagacetadesalamanca.es
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