miércoles, 11 de junio de 2025

 LA SEQUÍA DE SAN BERNABÉ, si no viene ahora, vendrá después




En Cereceda las fechas de mediados de junio eran muy importantes.

Algunos años se comenzaba la siega de las cebadas.

Las cebadas había que dejar que estuvieran maduros los granos y secas las pajas.

Pero estaba unido a esa siega, el aguadañar los " praos ".

He escrito varios artículos en los que he expuesto la importancia del heno de los praos para el invierno.

Antaño se aguadañaban todos los praos y algunas hondonadas.

El inicio del " aguadañar los praos " dependía del cielo.

Se necesitaban los días de una semana para segar la hierba, que se convirtiera en heno, que se secara  en el " prao " y que una tarde - siempre se encerraba el heno por la tarde - estuviera el sol en lo alto y las nubes desaparecidas  del cielo de Cereceda.

A mí no me gustaba abarañar la parva porque amenzaba tormenta, pero mi disgusto era mayor cuando había que deshacer los baraños  hechos por la guadaña y acudir varias tardes a darle la vuelta al heno, por culpa de la lluvia, antes de encerrarlo en el tenao del corral.

Si por San Bernabé - el día 11 de junio - llovía, aparecía alguna tranquilidad porque hasta San Pedro no llegaban las tormentas.

San Juan - el día 24 de junio - era una fecha señalada para aguadañar los " praos ", y después a rezar o a encender velas para que no lloviera hasta tenerlo en el tenao del heno.

Los Santos eran amigos de los labradores algunos años y otros . . . 


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