EL " DOBLAR " DE LAS CAMPANAS LA NOCHE DE TODOS LOS SANTOS
En el campanario de Cereceda había hasta el año 2009 dos campanas: la Gorda y la Chica.
En agosto de ese año se colocó la Tachuela, la campana con la que soño Serafín, " gato " y sacerdote.
Esos dos campanas se pasaban doblando casi toda la noche del día 1 de noviembre.
En algunos pueblos eran los monaguillos, junto con el párroco y el sacristán, quienes hacían la vigilia en el campanario.
En nuestro pueblo eran los mozos quienes realizaban esa labor.
Se proveían de comestibles y " bebibles " para la ocasión, y las campanas " doblaban " hasta altas horas de la madrugada.
La sacristía era el lugar donde se realizaban los turnos y donde se descansaba.
Allí se colcaban algunos braseros llevados desde las casas de los " campaneros " con abundante cisco para pasar las horas heladoras de comienzos de noviembre.
Higos y nueces y algunas perronillas ocupaban un lugar sobre el arcón - restaurado el año 2009 - junto a la botella de vino , la botella de anís y la botella de aguardiente.
Mi familia tenía la costumbre de cerrar pronto la taberna pues marchábamos a cenar a casa de mi abuela Fausta.
A mí me impresionaba cruzar la plaza a media noche para regresar a mi casa en la calle Larga - mi abuela vivía en la Esquina -, y escuchar el doble de las campanas.
Foto Google.com El campanario de Cereceda.
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