SIN TÍTULO DE ARQUITECTO
En algunos pueblos de los alrededores de Cereceda era costumbre colocar un tejadillo - asi lo llamaban los vecinos, que tenía una doble misión : proteger la puerta de madera que cerraba la entrada a la casa y servir de sombra en el verano.
Al lado de la puerta se colocaban unas piedras de cantería o de pizarra para sentarse en ellas y dormir la siesta en verano.
A la dueña de la casa le gustaba sacar dos sillas bajitas y colocarlas una a cada lado.
- Una es para mi madre y la otra para alguna amiga que, al pasar por aquí, se queda un rato charlando con ella, me dijo una señora con amabilidad infinita.
Cuando vio que mis ojos se dirigían a lo alto, me dijo: este tejadillo lo arregló mi marido con la ayuda de su hermano. Ninguno es ni carpintero ni albañil.
Yo me sonreí, admirado de las " mañas " de las gentes de los pueblos para levantar " obras " sin título de arquitecto.
- Este tejadillo lo tenía la casa cuando nosotros la compramos antes de la guerra. Mi marido que se ha dedicado siempre a cortar madera, lo ha ido arreglando cuando ha hecho falta.
Y añadió con voz más baja.
- Hoy no se pueden levantar tejadillos porque ocupan parte de la calle, y el Ayuntamiento no te da permiso; pero éste lleva muchos años.
Por favor, siéntese usted un poco en esta silla bajita, que es muy cómoda y tiene el asiento nuevo.
Yo miré la silla con admiración " por lo bien puesto que estaba el asiento ".
En Cereceda lo llamamos " el culo de la silla ", pero me reservé el nombre.
- Muchas gracias. Me voy a sentar pero poco rato porque tengo que hacer algunas cosas en la secretaría del ayuntamiento y estoy esperando al secretario.
- Si usted quiere le saco algo para beber. Tengo leche fresca de mis cabras, añadió orgullosa de su ofrecimiento.
Y yo, que me crié con leche de cabra, se lo agradecí, y me tomé un vaso de leche fresca de cabra, sentado en la silla bajita y admirando el tejadillo sobre la puerta, construído antes de la guerra, y capaz de aguantar viento y lluvia y nieve.
Foto pinterest.es

No hay comentarios:
Publicar un comentario