domingo, 5 de agosto de 2018


ACHANTARSE







- No puedes ir a la fiesta de Cilleros porque tenemos que ir a encerrar el heno. Han dicho en la radio que vienen tormentas. Si se pone un " nublao " nos esbarata el heno del " prao " y en invierno a ver qué comen las vacas. Tienes que achantarte.
Esta frase de una madre a su hijo el día 24 de Junio de hace muchos - igual más de cincuenta - muestra el vocabulario de Cereceda.
La llegada de Junio traía mucho trabajo y, sobre todo, muchas preocupaciones a las familias. Había que segar la cebada, plantar las remolachas en los linares de cebada, había que aguadañar el heno, esparramar los baraños que dejaba la guadaña, había que dar la vuelta a esa hierba a medio secar y había que encerrarla en el pajar.
Si la fiesta de San Juan de Cilleros coincidía con un día " sin oficio urgente " podíamos subir los mozos hasta la casa de la Trini. Si había que encerrar el heno, siempre te quedaba la solución de achantarte y desear que el año siguiente fuera más benigno el tiempo.
Achantarse en Cereceda significaba resignarse, aguantarse, conformarse con lo que fuera.
En las riñas entre hermanos siempre ganaba uno o una y al resto le tocaba achantarse, bajar la cabeza y " a esperar la próxima vez " con paciencia y resignación.

             Foto   www.google.es

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