domingo, 5 de agosto de 2018


LA FIESTA










La fiesta es el último aliento de los pueblos antes de morir. Más aún, después de muertos, cuando ya no queda un alma entre las ruinas, en muchas aldeas de España siguen celebrando la fiesta.
Los que se fueron vuelven ese día - puede que también vuelvan los muertos - y todo parece que revive. En la mayor parte de los casos esto ocurre en agosto.
Las fiestas siguen siendo la última resistencia. Conviene tomar nota.
En las fiestas se conoce a los pueblos, lo que aún son o lo que fueron.
En medio del ruido festivo, cada vez más común, vulgar y cervecero, aflora tímidamente el alma antigua del pueblo, sus señas de identidad,  que le diferencian de los pueblos de alrededor. Es verdad que en muchos sitios esta peculiaridad se desfigura de año en año como los letreros a la entrada de los pueblos abandonados.
Los tentáculos de la ciudad van apoderándose, cada año que pasa,  de la vida del pueblo y alcanzan, en verano, hasta el último caserío.
Cuando llegan las fiestas, todos los pueblos se esfuerzan en sacar del arca de la tradición  las viejas costumbres y mostrarlas a los forasteros, la mayoría hijos o nietos de los que se fueron.

                                              Abel Hernández.   Younews.larazon.es

  Foto  www.google.es

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