martes, 19 de enero de 2021

 LABRADOR CON MUCHA ASTRONOMÍA, EN ESO ECHA EL DÍA





Mi padre, que se reía de los pronósticos de Las Cabañuelas y de todos los astrónomos de pueblo y, hasta del calendario zaragozano o de lo que ponía en el Buen Amigo semanal , acostumbraba decir esta frase cuando alguno en el bar hablaba de la sementera o de la siembra de las patatas o de los riegos de berzas y remolachas.

En Cereceda siempre hubo personas que sabían mucho de astronomía. Estaban acostumbrados a dormir en el campo y ver el firmamento.





Cuando yo era niño dormí muchas noches en un prado a orillas del río Yeltes, en el término municipal del Cabaco porque mi padre dejaba las vacas allí por la noche. A mí me costaba mucho dormirme porque me asustaba el ruido del agua del río y el miedo a que los bastardos se vinieran a refugiar bajo mi manta.

Mi padre me iba señalando con el dedo en el cielo repleto de estrellas de Cereceda la Estrella Polar, la Osa Mayor y la Osa Menor, y todo un montón de nombres que él, acostumbrado a dormir muchas noches " al raso," conocía de memoria " sin haberlas estudiado en la escuela, porque en el pueblo los hombres y mujeres fueron poco tiempo a la escuela en los años en los que ellos se criaron.

Don Antonio, el cura de Cereceda, cuando yo era niño, le decía a los labradores algunas frases de la Biblia que se referían a los labradores. Yo recuerdo una frase que leí en El Buen Amigo de los domingos : " El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará." ( Eclesiastés XI,4 ).

En el idioma de los " gatos " de Cereceda " echar el día " significaba " emplear el día." 

" Quien se pasa el día mirando al cielo, ni siembra, ni siega, ni trilla, ni necesita sacos pa recoger la cosecha," decían los viejos del pueblo.

Fotos  google.com


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