MAYO ENTRADO, un jardín en cada prado
En mayo, los prados que se iban a aguadañar, estaban " guardados ",
Significaba que ningún ganado, ni grande ni pequeño, ni vacas ni ovejas, entraban a pacer en ellos.
- " Da gusto ver los praos en cuanto pasa San Marcos, si ha llovido por la fiesta y comienza a calentar el sol ", me ha dicho un " gato ", a mi pregunta - telefónica - sobre el tiempo en el pueblo esta semana.
Yo recuerdo el prao del tío Manolo el herrero en la carretera La Nava y el prao del tío Eugenio al otro lado.
Cada mayo se llenaban de flores para alegrar la vista de quienes pasábamos por entre ellos camino de la Huerta García o de Valdelobos o de la Fuente Castaño.
Si el paseo era hacia la Peña el Gato había praos que destacaban por el colorido rojo de las flores,
Y, si el paseo era hacia las Canalejas, todo eran flores, desde los Pontones hasta la Nava el Mónago.
Mayo era en Cereceda, " el mes de las flores " que aparecían en las orillas de los caminos y hasta en las callejas llenas de zarzas o de endrinos.
Solamente citaré, como excepción, la belleza de La Ladera con las flores de San Juan y los tomillos y los bardales.
Recuerdo un año, por el 2008 - 2009, que me quedé asombrado de las flores que llenaban las cunetas de la carretera Sequeros en la zona de las Nogalitas.
Cereceda, en mayo, " un jardín, repleto de flores ".
Foto Google.com
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