domingo, 27 de diciembre de 2015


EL AGUINALDO

Me ha contado Arístides - lo repito una vez más que Silvestre, Arístides, Isidro, Pedrín y algunos hombres más son mis mejores informadores del Cereceda de ayer que en las matanzas, cuando se rompía una tripa al comenzar a llenarla, las mujeres que hacían los chorizos decían: " Esa pizca guárdala para hacer el aguinaldo a tu ahijado ".
La fiesta del Aguinaldo era el día 1 de Enero. Ese día íbamos a casa de los padrinos a buscar el aguinaldo. La madrina nos daba un chorizo, elegido el día de la matanza, unas veces más grande y otras veces más chico, y el padrino una perra chica, una perra gorda o dos chicas - dos perras chicas eran mucho más que una perra gorda - un real, y hasta una peseta, según " esté el tiempo ", decía mi tía Floripe, que era mi madrina, cuando mi tío Horacio, que era mi padrino, me daba el aguinaldo.

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