martes, 23 de febrero de 2021

 ESTAR EN EL QUINTO PINO    ( Estar en los Rasos ).






La frase indica que " de lo que se habla " está muy lejos.

Hay que remontarse a principios del siglo XVII, cuando el rey Felipe V ( el primer Rey de la Casa de Borbón ) plantó cinco frondosos pinos a lo largo del Paseo de Recoletos.

El primer pino se encontraba en la parte más baja del Paseo y el quinto en la más alejada, en las inmediaciones del actual Paseo de la Castellana, a la altura de Nuevos Ministerios.

En Cereceda decimos " eso está en los Rasos ".

Los Rasos es una pequeña elevación del terreno en los límites de La Nava, Cereceda y San Martín. Esa elevación fué producida por un volcán, en cuyo cráter apagado y lleno de maleza, yo he estado en alguna ocasión.

En los Rasos vivían José y Juana, sus dos hijas y la abuela, a los que yo conocí y con quienes me relacioné porque eran amigos - y " algo familia " - de mi abuela Fausta.

Para subir a los Rasos había que ir por el camino La Nava hasta la Monte la Rade, seguir por la carretera, se dejaba Pataloso a la derecha,  y al llegar al límite de Cereceda, se cogía el camino a la casa la tía Odoxia ( Eudoxia, palabra griega que significa " buena fama " ), que quedaba a la derecha del camino, y continuar monte arriba.

Allí subían muchos vecinos del pueblo a comprar patatas para sembrar porque esas patatas eran muy resistentes a las heladas.

Muchos días de invierno que en Cereceda hace frío o hielo, en los Rasos había nieve y caían unas heladas " de temblar."

La frase se decía para indicar que " algo " estaba lejos del casco urbano, fuera donde fuera, dentro del término municipal.

Foto google.com

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