viernes, 19 de febrero de 2021

 UN MECHINAL A LA PEÑA EL GATO

He recibido un artículo de Francisco Santos Macías contándome su aventura veraniega junto a su abuelo en un " prao " de la Peña el Gato.

Aquí la tienen. Junto a ella dos fotos de mechinales en la pared.

también " obra " suya.

Muchas gracias a este " gato " colaborador del blog y este año colaborador en el nº 6 de la Revista PATALOSO.

M E C H I N A L

De pequeño pasaba los veranos en Cereceda y recuerdo ir con mi abuelo Manuel “pitos” al “prao” de la Peña del Gato para ayudarle a “sacar el agua” con la que poder regar el pasto y el huerto colindante.

Para poder regar el “prao” había que construir aguas arriba del rio Yeltes una pequeña presa, poza la llamaba, que canalizara parte del agua del rio hacia la regadera que desembocaba en el “prao”. Esta labor se hacía todos los años con “terrones” (masa pequeña y compacta de tierra) sobre el cauce, y piedras más o menos grandes sujetándolos. Y se hacía cada año porque con las “crecidas” del rio provocadas por las lluvias, desaparecía la poza y siempre la tenía que hacer mi abuelo puesto que en esta zona del pueblo sólo existían sus pequeñas fincas.

Además había que limpiar, restaurar y preparar la regadera que iba desde la “poza” hasta el “prao”, que era de tierra y se llenaba de malas hierbas y erosiones provocadas por lluvias torrenciales, escorrentías, animales, etc. Otra labor anual y repetitiva.

Esta situación de hacer todos los años lo mismo, para repetirlo al año siguiente me ponía de mal humor. Yo no entendía que no se pudiera hacer la “poza” y la regadera de cemento o algún material permanente para evitar el tener que repetir todos los años el mismo trabajo. Además de evitar las filtraciones de agua por la regadera de tierra, puesto que a veces, apenas llegaba un hilo de agua al “prao”.

Y esto se me ocurrió porque el agua, que bajaba por gravedad, al pasar bajo el puente, lo hacía por una regadera de cemento (tramo que no había que reconstruir). Pero yo con diez o doce años no conocía la situación económica de la época y la economía de subsistencia que imperaba.

Mi abuelo me manipulaba psicológicamente y para darme ánimos y subirme la autoestima siempre traía a colación un refrán, el trabajo del niño es poco, pero el que lo desaprovecha es un loco. Esto hacía que yo me sintiera importante y siguiera trabajando con mi pequeña azada.

En esta época fue cuando tuve conocimiento de la palabra “mechinal”, que era un pequeño puentecillo que se dejaba en la pared de piedra para que pasara el agua de riego que circulaba por la regadera, al siguiente “prao” o huerto.

Mechinal: Sistema de drenaje que consiste en agujero o vano dejado en el muro cuya función consiste en desaguar. Agujero también conocido con el nombre de barbacana o tronera.

Las siguientes fotos son de otro huerto que fue de mi abuelo, donde se puede apreciar el “mechinal”. Este huerto está en la zona de La Cuesta o El Molino y que heredó Amable, hijo del abuelo Manuel “pitos”. Durante algunos años, Nel (hermano de Amable), lo estuvo sembrando de fresas. Ahora pertenece a Hugo y Susana que lo han preparado para recreo y a los que tengo que dar la enhorabuena por recuperar una parte de Cereceda.








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