jueves, 11 de marzo de 2021

 EL NIÑO DEL TAMBOR



Hoy he visto la película " Río Bravo."

Confieso públicamente que soy aficionado a las películas del Oeste. También soy un " gran seguidor " de las series policíacas, con una gran predilección por el  Padre Brown y el detective Colombo.

En la película titulada Río Bravo, y  en su comienzo, hay unas escenas que reflejan un entierro. Delante del entierro camina con paso marcial un niño con un tambor, que casi abulta más que él, Anuncia a todas las personas el camino por el que transcurre el entierro y pide silencio y respeto para el fallecido.

En ese momento " me ha venido a la memoria " mi paso por las calles de Cereceda, delante del sacerdote, tocando una campanilla, cuando acudía a llevar el Viático - así se llamaba en el pueblo a la administración de la Extrema Unción -, a alguna persona moribunda.

Yo iba tocando la esquila y pidiendo con ese sonido a todas las personas que estaban en la calle una muestra de respeto.

Recuerdo haber visto a algunas mujeres arrodilladas en la piedra de cantería de la entrada de la casa, y a los hombres inclinados con la gorra en la mano, y dejando en el suelo el cesto con lo que llevaban en él camino de casa o del corral.

Si era de noche, caminaba a mi lado el señor Eleuterio, sacristán en aquellos años, llevando un farol y llenando de sombras y misterio las calles del pueblo, en aquellos años carentes de iluminación o con una bombilla perdida en alguna esquina.

No recuerdo haber ido con la esquila anunciando el entierro porque algunos monaguillos se subían al campanario y con sus toques fúnebres seguían la marcha de las gentes hasta la llegada al cementerio.

Así se respetaban los últimos actos de cualquier vecino del pueblo. Igual toque de esquila o de campanas se realizaba cuando fallecía una vecina.

Foto  google.com

SOLUCIÓN A LAS ADIVINANZAS

El toro

El cerdo

Los gallos

El gato.

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