martes, 5 de octubre de 2021

 LA CABRA, especie a extinguir.

                                                           Este artículo me ha sido remitido por Isidro Marcos, GATO  2.017.


                                                      



El progreso de la vida moderna ha traído a la sociedad grandes comodidades y bienestar; la mecanización en todas las actividades  ha traído a la sociedad la comodidad y el progreso que actualmente  disfrutamos, aparcando costumbres y tradiciones que se venían cultivando muchas de ellas desde tiempo inmemorial.

Los entrados en muchos y largos años de vida recordamos con nostalgia costumbres y usos de nuestras vidas pasadas, los cuales en desuso, nos gustaría disfrutarlos por su bondad, ya desplazados por su sustitución por el llamado progreso.

Remitiéndonos al título del presente comentario, quiero hacer un canto en defensa y alabanza de la especie de la cabra.

En tiempos pasados, cuando la vida de la sociedad era más rural, las cabras eran una especie muy apreciada por sus méritos, por lo que aportaban a la economía y a la alimentación de las familias.

En los pueblos donde existían grandes zonas de montes, en general, los vecinos casi todos tenían su  manada de cabras para estar servidos de su rica leche, y por otra parte de los llamados cabritos, los hijos de las cabras, que eran una fuente más de ingresos de las familias.

La leche de las cabras, para conocimiento de la mucha gente que no la conoce, es la leche más rica de paladar para tomarla. La carne del cabrito es la carne más rica de paladar y de sus efectos alimenticios por su escasez en grasas.





En los pueblos donde abundaban las cabras había la llamada cabriada municipal de la agrupación de los vecinos, cuidada en campo abierto por una sola persona llamada el cabrero.

De esta forma los vecinos estaban servidos  la rica leche y de los ingresos económicos procedentes de la venta de los cabritos.

El rendimiento económico de la cabriada atendida de mano de obra por una sola persona era superior a la de cualquier otro vecino con cualquiera de sus actividades.



Otra fuente de ingresos estaba en el queso de la leche de cabra, el cual, a partir de los ocho días de haber sido hecho, es de los manjares más ricos de la dieta española.





Para mí, personalmente, un tazón de leche de cabra migada con sopas de pan, fresca, y como cierre de la cena, fué siempre uno de los manjares de mi vida, desde la niñez hasta hoy, con mis noventa años cumplidos.




Otra de las ventajas que aportan las cabras al Medio Ambiente es la limpieza que realizan en los montes al comer la cantidad de arbustos pequeños que son la causa principal  de muchos incendios forestales. La mayoría se evitarían o serían más fáciles de apagar.

Por todas las razones expuestas, yo quiero " romper una lanza " a favor del mantenimiento y defensa de la especie caprina. Son muchas las cosas buenas que de las cabras se derivan.


Fotos  google.com

                                            

                                                                            


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