martes, 27 de septiembre de 2022

 REGRESAR  " BOLO "






Yo nunca he sido cazador. Ni he tenido escopeta.

En la posada de mis padres dormían en alguna ocasión cazadores.

Un año llegó un cazador vasco a pasar unos días en la posada de mis padres. Traía tres escopetas y unas cajas de cartuchos que pensaba dejar por los montes de Cereceda.

Una noche mi padre le aconsejó que fuera a cazar " por la Monte la Rade p´arriba hacia las Lagunejas, siempre cerca del Regato hasta salir a la carretera La Nava, cruzarla y subir hasta los Rasos . Luego bajar  por la ladera hacia Valdelobos y el regato del Rescambrón hasta la Puente San Martín ".

Como esos nombres " le sonaban a chino " mi padre le prometió que yo lo acompañaría y le llevaría la merienda " pues iba a cazar todo el día.

" Además el muchacho le puede llevar otra escopeta ", le dijo mi padre, seguramente pensando que tiraría tantos tiros que se le ablandaría el cañón de la escopeta.

Yo lo acompañé. Cazó alguna perdiz y algún conejo, pero yo, aunque me animó no tiré ni un solo tiro.

Cuando volvimos, todos en la taberna le preguntaban por su caza.

Recuerdo que un viejo " gato ", muy buen cazador me preguntó a mí por las piezas que yo había cazado.

Le respondí que ninguna y, entonces me dijo riéndose : " tú regresaste bolo ".

Así es como decían en Cereceda al que volvía sin piezas en el morral de cazador tras pasarse el domingo por la Sierra o por Valdecarros o por los montes del pueblo.


Foto  Google.com


Este artículo se publicaría el día 24 de Setiembre en el blog.

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