lunes, 10 de octubre de 2022

 TRES GORRIONES EN UN DEDO







En otro dedo de la mano izquierda hay un grano de trigo o de cebada.

- A los pardales les gusta más la cebada que el trigo. Están más dulces los granos, me dijo mi abuelo Matías, una mañana de nieve mientras con una criba y la volvedera intentábamos mis amigos y yo hacer una caza de pardales en el corral.

A los gorriones, en Cereceda, los llamamos pardales.

El cabo Juan que estuvo unos cuantos años en el destacamento de El Cabaco " cuando los maquis ", me enseñó que a esos pajaritos los llaman gorriones en toda España, pero en Cereceda los llamáis pardales porque tienen el color pardo de vuestras tierras de barbecho y el color pardo de los pantalones que usan  los campesinos para trabajar en el campo.

Los pardales y mi madre siempre estaban " peleaos " porque se comían las patatas cocidas y mezcladas con harina de cebada que mi madre le ponía a las pollitas para que enseguida se transformaran en gallinas y pusieran huevos.

Pero no se atrevían con la comida de los gatinos pequeños que eran trozos de pan duro ablandados con leche caliente, protegidos por la mamá gata, ni con la comida de los pollitos protegidos por la gallina clueca.

Los pardales en mi casa dormían en el tenao donde se encerraban la paja y el heno, y se despertaban muy temprano - en cuanto amanecía - y se dedicaban a picotear entre la paja ala búsqueda de granos de trigo o de cebada.

Los domingos del invierno mis amigos y yo nos dedicábamos a coger pardales con la criba y la volvedera cuando salíamos del rosario.

Los cogíamos y los soltábamos porque ¿ para qué queríamos nosotros unos pardales en una jaula ?.


Foto  pinterest.es



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