domingo, 16 de octubre de 2022

 DOS TIESTOS A LA PUERTA






    

Hace algunos años que sus dueños emigraron.

La puerta se cerró y aquella familia que, al principio regresaba en verano, ahora se ha olvidado del pueblo y la gente los ha apuntado en el álbum de los recuerdos.

Una vecina ha querido rendir un homenaje a la familia emigrada con la colocación de dos tiestos a la puerta, que riega cada mañana y limpia de las flores secas y de las hojas que el otoño cae al suelo.

- Cuando se marchó mi amiga Genoveva me regaló todos los tiestos que tenía. Ella era muy amiga de las flores y las cuidaba con una mano especial, les hablaba, los regaba con cariño y los guardaba en el portal cuando comenzaban los fríos y las heladas. Yo tengo dos tiestos siempre en su puerta, cerrada desde hace diez años, que dejaron de venir en verano. Siempre están preciosos y llaman la atención de los forasteros. Como la puerta está carcomida por el agua en la parte de abajo, los tiestos tapan esos destrozos de los años sin abrirla.

Yo me quedé mirándolos una mañana que me acerqué hace poco hasta ese pueblo y los vecinos me contaron esta bonita historia de una puerta cerrada y dos tiestos en la piedra de cantería que servía como peldaño en la entrada.


Foto  pinterest.es

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