domingo, 27 de noviembre de 2022

 ENTRILLAR






Un amigo extremeño - de un pequeño pueblo de Cáceres - me ha dicho ese verbo cuando yo le he indicado que no podía pasar entre dos coches porque " se iba a entrizar ".

- En mi pueblo decimos entrillar. ¡ Cuidado, no te entrilles con la puerta !, me ha dicho.

En los corrales de Cereceda - le he explicado - había unas puertas grandes para meter el carro. El espacio era de la anchura del carro y medio metro sobrante por cada lado. Hoy es un espacio muy amplio para meter el coche porque los corrales se han convertido en cocheras.

Si te quedabas junto a la puerta, te gritaban que te apartaras porque te iba a entrizar el carro contra la pared.

En mis tiempos de estudiante en la capital, el coche de línea de Villanueva del Conde a Salamanca te dejaba en el interior de la cochera de San Isidro, junto a la Clerecía.

La abertura de la entrada era casi la justa para entrar el coche de línea. Había que tener cuidado porque el coche te podía entrizar, sobre todo, si llevabas en la mano la cesta de mimbre que los sábados viajaba a Cereceda con la ropa sucia y los lunes regresaba a la capital con la ropa limpia y la comida para la semana.

Nunca había escuchado esa palabra con ese significado pues entrillar en boca de un " gato " hacía referencia al trillo con el que se trillaban las mieses en las Eras.

Entrillar en el diccionario de la RAE " coger o aprisionar oprimiendo ", con la indicación de provincialismo extremeño.


Foto  Google.com   Las antiguas cocheras de San Isidro en la calle Serranos de Salamanca.



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