UN CARRO " ESPECIAL "
La caja es muy pequeña.
Esa caja nos habría venido bien cuando íbamos a juntar hoja y mi padre decía que no volvíamos a casa a comer hasta que no juntáramos hoja para cargar el carro.
" Cargar el carro " quería decir " llenar la caja del carro y levantar dos filas de " brazaos " por encima.
Cuando íbamos a buscar hoja era en tiempo del tardío o del invierno y los días eran tan cortos que, se almorzaba bien, se salía de casa a las diez y se comía cuando se volvía, " que muchos días eran las cuatro de la tarde ".
Ese carro tiene dos pértigas que, supongo, llegarán a un solo yugo, al que irán uñidas dos vacas porque no parece un carro de mulas.
El otro punto sobre el que quiero llamar la atención de los " gatos " es la utilización de una zapata de madera para frenarlo en la cuesta abajo.
Algunos caminos del pueblo eran bastante empinados y en la cuesta abajo había que ir frenando las vacas.
Se colocaba la vara atravesada detrás de la espalda y con pequeños golpes en una vaca y en la otra , se conseguía que caminaran más lentas, con el miedo de que te llevaran por delante.
Recuerdo los apuros que yo pasé con un carro cargado de piedra para bajarlo desde el Teso Alto hasta cruzar el regato del Rescambrón, por la Puente San Martín, porque esa cuesta era muy mala de bajar con un carro cargado.
¡ Tiempos de antaño en los que yo fuí " carretero ", conductor de las vacas que tiraban del carro !
Foto pinterest.es
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