miércoles, 11 de septiembre de 2024

 LA VERDAD DE LA MI ABUELA





En mis charlas con las " gatas " mayores del pueblo, me hablaban algunas de sus abuelas.

Yo acostumbraba decirles que yo había conocido a su madre pero de la abuela desconocía el nombre

Algunas señoras " gatas " me enseñaron que era fácil adivinar el nombre de la abuela porque siempre había alguien en la familia " que llevaba su nombre ".

Todas ellas - sin excepción - adoraban a su abuela, las que la habían conocido y su recuerdo era más nítido que el de sus madres.

- La mi abuela falleció cuando yo era niña pero guardo muchos recuerdos de ella.

El principal recuerdo eran las canciones que la su abuela le había enseñado.

Recuerdo ésta que me cantó la señora Encarna:

                                   

                                      El día que yo nací

                                      dijo una verdad la mi abuela:

                                      Esta niña ha de vivir

                                      hasta el día en que se muera.


Otras veces eran historias de santas, que ellas habían aprendido en la catequesis, lo que les enseñaban a las sus nietas.

Todas esas abuelas eran muy religiosas y tenían un lugar asignado en la iglesia.

- Ese lugar pasó a la mi madre y después lo he tenido yo hasta que el señor cura dijo que en la iglesia todos los fieles eran iguales y cada uno podía sentarse donde quisiera, y mandó retirar los reclinatorios que cada familia teníamos.


Foto Google.com

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