UN SABIO DIJO
- Siempre es mejor el silencio que responder a los ataques de algunas personas, me enseñó el cabo Juan.
- El silencio las enfurece, me explicó un amigo filósofo. Ellas siempre están dispuestas a proseguir su " perorata " hasta el infinito pero si tú te callas, se acabó todo su razonamiento sin sentido.
- Mi abuela Fausta nos acostumbraba echar unas tremendas riñas a los nietos que no actuábamos como ella quería. Ella hacía muchas preguntas en su " riña " de este cariz : ¿ Os parece bonito lo que le habéis hecho a las gallinas de la tía Zambrana por meterse en vuestro huerto ? ¿ Qué me decís ?.
Y, como nuestra respuesta era el silencio, se ponía cada vez más furiosa . ¡ Se lo diré a Don Lamberto !.
¡ Él tendrá un buen castigo para vosotros !.
- ¿ No decís nada ?, proseguía.
La orden que teníamos era sencilla : no rechistar, silencio absoluto.
También practico con algunas personas el tercer consejo : la indiferencia.
- Paso de ellas, que diría un joven moderno.
En cambio, debo reconocer que el primer consejo está de sobra para mí pues yo soy, por naturaleza, poco sonriente.
Foto pinterest.es
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