domingo, 3 de enero de 2016


VAMOS A ASAR EL RABO

En esta época de matanzas quiero contar aquines no han vivido la escena, y recordar a quienes un día la vivieron,loque significaba " vamos a asar el rabo ".
El primer día de la matanza " teníamos permiso para no ir a la escuela ".Madrugábamospara vertodos los actos de la matanza. El más importante para mí era " el chamuscar los cebones ".Los niños con una " maná " de " gelechos " nos movíamos alrededor del fuego sin que te dejaran intervenir en aquel acontecimiento. Tampoco te dejaban intervenir en el " raspado ". Siempre estábamos pendientes del momento de cortar manos, orejas y rabos.
Enseguida alguna personamayor nos regalaba un rabo.
Después de la comida, que ese día era muy tarde, y antes de venir las cabras " íbamos a asar el rabo ".Recuerdo con la ilusión de un niño de ocho o diez años, el rabo de algún marrano de mi abuela Fausta y la lumbre que hacíamos en un huerto de la calleja de La Cuesta o en el huerto de La Pedragosa.
En una lumbre hecha en una esquina y protegida por las paredes asábamos el rabo.Lo comíamos allí,casi siempre medio crudo porque hacía mucho frío, y algunos años había nieve.
Todavía se hacen algunas matanzas en el pueblo, pero los niños de hoy no van a los huertos a asar el rabo.

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