LA SAL

La sal es una de las sustancias más abundantes en la naturaleza.
El cónsul romano Livius -  555 a. de C. -  fué apodado Salinator por haber subido el precio de la sal.
Los legionarios romanos cobraban el " salarium argentatum " que era una gratificación en sal. De ahí derivan las palabras salario y asalariado.
En el año 1.338 en Castilla la venta de sal era monopolio real. Tan sólo el rey podía vender sal y era él quien fijaba el precio de la mercancía.
La sal era un elemento muy importante en Cereceda.
En las matanzas la sal era un elemento tan importante como el marrano o las tripas.
Mi padre - y la mayoría de los vecinos - compraba la sal por sacos antes de la matanza.
En el arcón - hecho de tablas de madera de castaño y que mi padre se encontró en la despensa cuando adquirió la casa -  se ponían las hojas de tocino, los jamones, las " barbás " de los marranos, las patas, las manos, los rabos - menos uno que nos habíamos comido los niños tras asarlo junto a una pared en el huerto de casa, el día de la matanza por la tarde.
Al resto de la carne de la matanza también se le añadía sal.
Recuerdo a mi padre " echando puñados de sal " en el arcón para conservar la matanza. Pasado un tiempo, que en cada casa se sabían los dueños, se sacaban de la sal y se colgaban en la cocina " al humo de la chimenea."
La sal era " vida " para las gentes de Cereceda.

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