jueves, 8 de noviembre de 2018


LOS PLIEGOS DE CORDEL

María me pregunta por un tema muy querido por mí.
Por esa razón le contesto con rapidez.
El tema son Los Pliegos de Cordel. El blog publicó un artículo sobre este tema el 27 de Noviembre de 2.017.




" Aquellos pliegos encerraban la flor de la fantasía popular y de la historia; los había de historia sagrada, de cuentos orientales, de epopeyas medievales del ciclo carolingio, de libros de caballerías, de hazañas de bandidos y de la guerra civil de los siete años. Eran el sedimento poético de los siglos,  que después de haber nutrido los cantos y relatos que han consolidado la vida a tantas generaciones,  rodando de boca en oído y de oído en boca, cantados al amor de la lumbre, viven. por ministerio de los ciegos callejeros, en la fantasía, siempre verde, del pueblo. "
                                                                Miguel de Unamuno.
                                                     www.laopiniondezamora.es 2.018/06/25.






Considero que  estas palabras de D. Miguel son una buena explicación de los pliegos de cordel que tu abuela, castellana emigrada a Centroeuropa, recuerda.
Yo recuerdo haberlos visto de niño  tendidos en cuerdas con pinzas en la pared de una casa que había, en aquellos años, en lo que hoy son jardines de la iglesia de Cereceda.
Llegaban al pueblo con la fiesta de San Marcos. En la esquina de la iglesia con esa casa se situaba el dulcero para librarse del frío que en abril hace todavía en el pueblo. A su lado tendía las cuerdas y los pliegos el ciego trovador.
Quiero recordar que mi tía Floripe, muy aficionada a los temas que trataban los pliegos, los compraba o me " mandaba " a mí a comprarlos porque en esos años mi tía vivía en la Salida para Cilleros.
Recuerdo que la venta era por reales. Por un real me daban tres o cuatro pliegos, que, una vez leídos por ella, me los daba para que yo los leyera.



Mi lectura llegaba también a los hombres que acudían al bar de mis padres. La lectura solía hacerla en invierno, a la lumbre, después de la cena, mientras los que no jugaban a las cartas se tomaban un café y una copa de aguardiente en una cocina " convertida, gracias a las raíces, en un horno."

   Fotos  www.google.es

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