LOS MALECONES DEL PUENTE DE LA PEDRAGOSA

Estoy recopilando datos para escribir un artículo sobre el puente de la Pedragosa.

Hoy hablaré de los malecones ( en Cereceda  mi tía Floripe, que tenía un huerto a orillas del Puente decía malacones ).
A ambos lados de la carretera a todo lo largo del puente había una pared de medio metro de alta, hecha con piedras y barro, en la que se habían abierto algunos espacios para dejar que el agua saliera de la carretera por ambos lados.
En esos trozos de pared se sentaban los novios en las tardes de los domingos y de los días de fiesta cuando el paseo era por el Chapatal,  el barrio en el que yo vivía. Era el barrio con sol en invierno, orientado al Sur y al Oeste.
En Cereceda se aprendía a montar en " bici " en un tramo de la carretera a Ciudad Rodrigo, cuesta abajo, desde la poza hasta el puente.
Recuerdo una maestra que tenía una bici con la que aprendieron a montar en bici todas las niñas del pueblo.
El peligro que tenían los " malecones del puente de la Pedragrosa " era a la hora de frenar. Existía la posibilidad de que la bicicleta se colara por un trozo sin pared y te fueras a un camino que bajaba hasta el río.
Todos los " gatos " y " gatas " recordarán, al leer este artículo, nombres de personas que " bajaron  hasta el huerto del tío Pío " en sus clases dominicales de aprender a montar en bici.

 Foto  www.google.es   Malecones de la carretera que lleva a un faro.