domingo, 15 de mayo de 2022

 EL HUERTO DE MI ABUELO MODESTO ( continuación )




En el huerto, si era suficientemente grande,  se plantaban también árboles frutales : manzanos, perales, membrilleros, higueras, ciruelos, guindos, cerezos, madroñeras . . . 

También hierbas y plantas aromáticas: perejil, yerbabuena, té,  menta, romero, laurel.

Si quedaba espacio, en las orillas del huerto se plantaban árboles con flores como lilas y mimosas, y plantas florales : lirios, crisantemos, calas, rosales, maravillas, claveles chinos, malvas . . . 

En Cereceda se han dejado de cultivar los huertos por la ausencia de vecinos para realizar las labores propias de los mismos, aunque todavía se mantienen cultivados muchos de ellos por personas jubiladas que han regresado al pueblo que valoran y disfrutan de los productos que el huerto les regala con su cultivo con esmero.

En las grandes ciudades han surgido en los últimos años lo que se conoce con el nombre de Huertos urbanos, gestionados por los Ayuntamientos y donde los vecinos, normalmente personas jubiladas, cultivan verduras, hortalizas y legumbres.

Además de los productos que recolectan es una manera de mantenerse activos y relacionarse con otras personas de su entorno  con los mismos intereses y al aire libre.

Estos huertos contribuyen también a aumentar  las áreas verdes de la ciudad.

En muchos centros educativos de primaria y secundaria se llevan a cabo trabajos en el Huerto escolar, donde el alumnado aprende aspectos del currículo escolar  como educación medioambiental, sostenibilidad, hábitos de vida saludable, alimentación sana y equilibrada fuera de los libros de texto y en contacto con la naturaleza.

                           Pon un huerto en tu vida, si ésta te lo permite,

                                       y contribuirá a tu felicidad.


Fotos     Revista PATALOSO.

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