miércoles, 11 de mayo de 2022

 MAYO LOCO, FIESTAS MUCHAS Y PAN POCO





Era un dicho que escuché a muchas " gatas " de Cereceda entre ellas a mi abuela Fausta.

Cuando llegaba el mes de mayo en los pueblos aparecían las Fiestas de los labradores con Santa Cruz, San Isidro Labrador y las Primeras Comuniones.

Esas fiestas traían la alegría a los pueblos que habían estado dormidos durante el invierno y encerrados alrededor de la lumbre de la cocina.





Ahora los praos estaban verdes y llenos de flores, los trigales verdeaban en las tierras y las cebadas comenzaban a amarillear.

En los huertos destacaba el crecimiento de las patateras recién nacidas en lo alto de los cerros de los surcos y hasta algunos frejones y algunas alubias teñían de color los pequeños surcos de los canteros.

Los frutales que estaban junto a las casas se llenaban de flores y todo el jardín que las " gatas " tenían pegado a las paredes de los huertos se llenaba de flores.

Pero, como decía mi abuela, las fiestas eran muchas pero en el sobrao quedaba poca harina para las masaduras de pan que se necesitaban en mayo y junio con las faenas de las tierras de labor y la recogida de los cereales.




Había que esperar hasta la llegada de julio para limpiar la primera parva de trigo y acudir con un saco a la fábrica para convertirlo en harina y llenar otra vez el arcón con los 15 panes recién sacados del horno.

" Fiestas muchas, panes pocos ", era el resumen del mes de mayo en boca de las " gatas " de Cereceda.


Fotos  Google   San Isidro labrador.  Los praos llenos de flores .  Las espigas de trigo verdes

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