UNA AMISTAD SIN LÍMITES

Si tenemos que buscar una razón del porqué de nuestra amistad, sólo podemos recurrir a la casualidad y al destino, aunque nada pasa si uno no quiere que pase.

Así, un buen día de agosto, hace cinco años ya, viajando hasta mi pueblo, Alba de Tormes, me topé con una furgoneta parada en la carretera y llena de monjas.

Solamente había dos opciones : o era una despedida de soltero, o algo les pasaba y probablemente necesitaban ayuda.

Lógicamente la segunda opción fué la correcta, aunque a más de un conductor les surgió la misma duda cuando sacaban la cabeza al pasar y gritaban ¡ Yuhuuú, despedida !.

A su indumentaria se suma que mi mejor amigo Fran, el de Córdoba, estaba grabando todo sin perder detalle, con la finalidad de saber si eran de verdad o estaban disfrazadas.

En fin, la casualidad y nuestro gran rato de charla esperando a la asistencia , hizo el resto ya que resultó que eran las monjitas que oraban por mi gran amigo Jesús para que se recuperara.

El resultado, una amistad sin límites ni tiempo que nos ha unido para siempre y por la que hoy soy mayordomo de esta gran comunidad y de este magnífico lugar.

Ellas saben que cuentan conmigo para cualquier tema o problema que surja, del mismo modo que nosotros contamos con su apoyo, su amor y su cariño incondicional.

Ah, y después de toda esta historia, un mes después nació mi hija Alexia, la Madrinita, como ellas la llaman, que las adora y les manda oraciones todas las noches para que no olviden que las lleva en su pensamiento y que descansa sabiendo que están bien.

Gracias al destino y al poder divino por cruzar en nuestro camino a tan excepcionales personas y con tan gran corazón.

Rubén Hernández, Mayordomo de la Fiesta del Cristo de la Luz en El Zarzoso  2.022

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