jueves, 12 de mayo de 2022

 MÁS SABE QUIEN MUCHO ANDA QUE QUIEN MUCHO VIVE





- " Tú qué vas a saber si no has pasao de Tamames ", era una frase que se escuchaba en la taberna cuando  alguien presumía de conocimientos.

-Pero si éste fué a artillería a Valladolid a hacer la mili y no ha vuelto a salir del pueblo.

Recuerdo con un cariño especial al tío Eugenio. Una de sus hijas, Cecilia, era la gran amiga de mi madre pues las dos se habían criado en el Altozano, habían ido juntas a la escuela - cuando podían  porque tenían que ir con las ovejas o criar a sus hermanos pequeños - y eran de la misma edad.

El tío Eugenio, a quien yo conocí ya viudo, me enseñó cosas sobre yerbas y remedios. Me escuchaba cuando yo le hablaba de mis viajes por Extremadura y de lo que ocurría por el mundo. Su frase favorita para terminar la conversación era siempre la misma : " Lo que pasa más p´allá de Valladolid a nosotros no nos interesa porque yo hice la mili en Valladolid y eso que me dices, está más p´allá de Valladolid."

Él todo lo que sabía y le interesaba, lo había aprendido en el pueblo : trabajo en huertos, linares y tierras; cuidado de vacas, churros y ovejas; enfermedades y remedios a base de yerbas; todo, todo, lo había aprendido en Cereceda.

 Y era un " gato " sabio.

Había otros gatos que habían salido del pueblo y sus conocimientos se basaban en lo que habían aprendido detrás de un carro para vender patatas o detrás de una burra para vender alubias o en las ferias de ganado.

Yo pregunté muchas veces a las personas que dormían en la posada de mis padres " dónde ha aprendido usted eso " y su respuesta era muy parecida " por esos mundos de Dios ".

Mi gran amigo el afilador que siempre me contaba cosas de otros pueblos y con el que mi madre decía " que el muchacho cualquier día se va con él ", me dijo que " la mejor escuela está detrás de la rueda de afilar ". 

El señor Santiago, que era de Nogueira de Ramuín en Orense, me contaba historias de Galicia, de Castilla Vieja y de Castilla la Nueva, la media España que él recorría detrás de su rueda de afilador.


Foto  Google.com




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