jueves, 5 de octubre de 2023

 AZACÁN







. Aguador, el que vende o lleva agua.

La primera vez que recuerdo haber escuchado esa palabra fué junto al pozo que tenían mis padres en el huerto de casa.

En Cereceda había tres lugares que surtían de agua al pueblo hasta la llegada del agua corriente en 1979:

la Fuente Chica, la Fuente Grande y el pozo de Cándido.

Cada lugar abastecía a unos vecinos: la Fuente chica para los del Chapatal, La fuente Grande para los vecinos de la Esquina, el pozo de mi padre para algunos vecinos del Chapatal y de la Plaza. 

Los vecinos del Altozano acudían a la fuente Chica, a la fuente Grande y al pozo de Cándido según su parecer o sus amistades.

La palabra azacán me la enseñó el cabo Juan, el cabo de la guardia civil del " puesto " de El Cabaco.

- Todos los niños y las niñas de Cereceda sois unos azacanes, que os pasáis la tarde, desde que salís de la escuela, llevando agua a vuestras casas, me dijo.

A mí me gustó la palabra y recuerdo que un día se la dije a un " gato " mozo que le ayudaba a llevar una cántara de agua a su novia, que llevaba otra cántara y un barril, y estuvo a punto de romperme la cántara en la cabeza pensando que era un insulto.





El primer aguador que yo conocí vendiendo agua era una joven - sería azacana - en las escaleras de la estación del tren en la ciudad de Mérida, en un " día de tremendo calor ", y que cobraba un real por un buen trago de agua fresca de un botijo.

Ese hecho tuvo lugar en el verano del año 1954.


Fotos   Google.com







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