martes, 3 de octubre de 2023











FRAGUAS DE CERECEDA

                                                  Publicado en la Revista PATALOSO   nª 8  Agosto 2023

                                 Artículo escrito por  Arístides Álvarez Martín " gato " , agricultor y ganadero.










Desde antiguo en el pueblo ha habido fragua.
La fragua se construía en las afueras del casco urbano por miedo a los fuegos. Por eso se buscaba una zona en la que no hubiera casas ni pajares.
En la zona de la calle Larga que salía del pueblo hacia la Poza " hay un herrero llamado Juan González, que también yerra las reses de labor y carretería, atendiendo a lo cual le regulan de utilidad atendiendo a un día, cinco reales ", figura en los documentos antiguos.
El herrero tenía que comprarse las herramientas necesarias para su trabajo y el carbón para el uso de la fragua.
Yo he conocido en Cereceda varias fraguas:
La fragua de los Aparicios que estaba situada en la Plaza y en la zona de la panera del tío Ángel. El dueño se llamaba Eduardo Aparicio Fiz, que llegó a Cereceda desde Berrocal de Huebra y se casó con Isidra Marcos Rodríguez, que era del pueblo. Tuvieron siete hijos : Serafín, Joaquín, Isabel, Saturnino, José Manuel, Jesús y Victoria.
Todos los varones trabajaban en la fragua hasta que se fueron a estudiar y se quedó solamente Saturnino que hizo muchos trabajos de cerrajería en los balcones como el de Nachito o el de Serafín. Cuando Saturnino volvió de la mili le dijo a su padre que se iba a estudiar y la fragua se cerró.
Había otra fragua de Juan Aparicio en el lugar donde desde antiguo hubo una fragua, en la calle Larga.
El tío Juan tenía trabajando con él a su hijo, Manuel Aparicio Marcos, que años después se hizo cargo de la fragua que pasó a ser la fragua del tío Manolo el herrero. El tío Manolo y la tía Cesárea tuvieron dos hijos : Luís y Juana
Otra fragua la montó el tío Fonso, Alfonso Marcos Palacios, que era yerno del tío Juan pues se casó con su hija Rosaura. Aprendió el oficio en Barbalos y montó la fragua en la calle detrás de la iglesia,
El tío Fonso y la tía Rosaura tuvieron cinco hijos : Alicia, Alfonso, Juan Vicente, Jeromo  y Carlos.
Junto a las fraguas había un potro en cada una. El potro era un armazón de madera, levantado con buenos troncos de robles y con un yugo. Los bueyes, cuando los hubo, y las vacas se llevaban al potro para herrarlas.
También tuvo una fragua en un corral a la salida para El  Cabaco José Almeida, el marido de Asunción Franco Rodríguez, Choni, que había aprendido el oficio en los pueblos de la Raya portuguesa.
En la fragua se hacían multitud de trabajos : Aguzar las rejas, echarle puntas cuando se iban gastando de arar, preparar las espigochas para sacar raíces, y azadas para los trabajos en los huertos y en los linares, herrar las vacas, con callos que el herrero fabricaba, dos veces al año y otros trabajos que surgían como arreglar alguna puerta de los corrales.
 Además el herrero hacía las llantas para las ruedas de los carros que medían 5 m de longitud, 3 cm de grueso y 10 cm de ancho
Al herrero se le pagaba la " iguala " que se abonaba en Setiembre cada año en trigo. El pago se hacía según las parejas de vacas que tuviera cada vecino. Cuando eran " cosas pequeñas " se le pagaba en dinero.
Me han dicho que en algunos pueblos de Castilla la fragua era del Ayuntamiento y también las herramientas, y al herrero le pagaban los vecinos una cantidad convenida entre el Ayuntamiento y el herrero.
Cuando Juanvi y Luís se marcharon del pueblo y Pepe se jubiló, el pueblo se quedó sin fragua.
Los potros se fueron pudriendo los palos y el último terminó a la entrada de las Eras. 


Foto  Google.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario