EL TELÉFONO DE  antaño y EL TELÉFONO de hogaño

Una más de las " sentencias ", que así las llamaba mi padre, que me envía la señora " gata ".

" Cuando el teléfono estaba atado a un cable  . . .  los humanos eran libres, ahora el teléfono está libre y nosotros atados a él "

No vean lo contento que me pongo cuando estoy trabajando en mi huerto.

La razón es sencilla : el teléfono móvil está subido en un árbol o en cualquier rincón del huerto.

De esta forma yo soy libre.

Los " mis " perros suelen avisarme de que me " llaman ".

El resto del día el teléfono suele estar en mi bolsillo o en mis proximidades.

Nosotros - " hay  personas que viven gracias al móvil " -  estamos atados al teléfono.

Gracias, señora " gata ". Y, ¡ a mandar !.

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