"  YO VIVO DEL PASADO "

Me lo encontré sentado en el machaero a la puerta de la su casa del pueblo.

- Mire usted, yo tengo un pasado de 87 años. De eso vivo.

He querido convencerlo de que intente vivir del futuro pero he fracasado.

- Mire usted, mi futuro es muy corto: desde mi casa al corral donde guardé siempre las ovejas, y desde el corral a mi casa.

- Pues viva usted el presente.

- Mire usted, el presente no existe porque enseguida se hace pasado.

- Entonces . . .

- Yo tengo un pasado. He sido el ganadero que más ovejas tenía de todo el pueblo. Cuando me casé compré veinte ovejas con el dinero de la " espiga ". ¿ Sabe usted lo que es la " espiga " de la boda ?. Pues con la " espiga " le compré al tío Roque veinte ovejas. Fueron 14 ovejas, un borrego y cuatro corderas.

- Bueno, si a usted le interesa, le sigo contando mi pasado. . .  Al año siguiente compré otras 30 ovejas al tío Rufo y otras 15 a la tía Romualda, que se acababa de quedar viuda. Súmele usted las corderas que yo dejé para criar ese año, y me puse en 82 ovejas y tres borregos.

- Se estaba usted haciendo rico en un santiamén.

- Así fué aumentando mi rebaño. Cuando nació el muchacho mayor, que yo llevaba casado cuatro años, tenía más de 140 entre ovejas y borregos. Pero no se asuste, porque cuando nació la muchacha dos años más tarde, tenía un rebaño de 290 ovejas.

- Usted compraba y criaba.

Así fué. Hasta que llegué a 354. Ahí se acabó mi pasado. Una mañana Adelina dijo que vendiera las ovejas porque nos íbamos a la capital, que los muchachos tenían que estudiar. Y nos fuimos. Y estudiaron. El muchacho es cirujano y la muchacha profesora en la universidad. Pero, como le he dicho, el día que vendí las ovejas se acabó mi pasado. Lo que ha venido después, no se lo cuento a nadie. Hoy,  mi nieto mayor que es abogado, le cuenta a todos sus clientes que su abuelo fué pastor de ovejas. ¿ Lo ve usted ?. Ése es mi pasado : " Pastor de ovejas ".

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