sábado, 5 de marzo de 2016

SERAFINA GONZALEZ RODRIGUEZ

Mis recuerdos de Fina se localizan en dos barrios del pueblo : En la casa de mi abuela Fausta en el barrio de La Esquina pues allí vivió ella hasta marcharse " a las monjas ", y en el barrio de El Chapatal, donde yo vivía. Durante el invierno y la primavera mozos y mozas acudían a pasear por la carretera el domingo por la tarde después del rosario.
Fina nació en el seno de la familia formada por Juan Agustín y Saturnina. Una familia numerosa : Mariano, José, Constantino, Clemente, Agustín, Juana, Serafina y Onofre.
Serafina ingresó en las Siervas de San José en Salamanca  con 20 años, el año 1.950 . Ingresó en el Noviciado el año 1.951, realizó la profesión temporal el año l.953. Los votos perpetuos fueron realizados el día 22 de Octubre de 1.958.
La Hermana Serafina falleció en el Colegio de las Siervas de San José de Salamanca el día 13 de Diciembre de l.976, a los 46 años de edad y 23 años de profesión religiosa.
Copio una parte del texto leído por una hermana de la Congregación en la admonición de introducción a la eucaristía celebrada en el funeral  de nuestra paisana Fina :
" Después de doce días luchando entre la vida y la muerte, nos queda el recuerdo de la mujer activa, alegre y disponible que fué la Hermana Serafina.Su recuerdo vivirá entre nosotras con la fuerza del espíritu.
" Su servicio alegre y abnegado llegó a todos, pequeños y grandes servicios. La hermana Serafina fué fiel al Evangelio en lo se refiere a estar dispuesta a prestar su ayuda a todos.
" Heredó la vocación de atender a los enfermos de su hermano Juan Mari, al que ella estuvo siempre muy unida. Junto a esta vocación de servicio destacaba su devoción profunda a la Virgen María.
" Vivió el dolor de la enfermedad sin poder hablar pero nos hacía llegar sus sentimientos con su mirada dulce y su sonrisa. "
El blog PATALOSO agradece la ayuda especial, que la Hermana Pura, del Colegio de las Siervas de San José  de Salamanca, me ha prestado para realizar la semblanza de Francisca y de Fina. Que Dios se lo pague, Hermana.

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