martes, 22 de enero de 2019


BERZAS EN ENERO, saben como carnero.






Mi tía Floripe cambiaba alguna palabra a la hora de hablar de las berzas.
Las berzas eran una comida " típica " de los días heladores del invierno de Cereceda.
Las berzas que nosotros utilizábamos para comer las denominábamos repollo.
- Vete al huerto y trae un repollo para comer.
Se quitaban las hojas verdes que se " tiraban " a las gallinas o se picaban para las cabras. y era el cogollo blanco  la parte que se aprovechaba.
Un puchero grande en el que cocían las berzas a la lumbre, junto con unas patatas, un hueso de cerdo, un trozo de tocino y otro de chorizo.
El chorizo de las berzas era chorizo de carne de oveja o de carnero con algunas chichas de cerdo. Esos chorizos, que en verano, si llegaban, estaban duros " como piedras ", se hacían para cocerlos en puchero de barro al calor de la lumbre.
Ese cocido era una comida especial para el invierno.
- Con las berzas se " hinchan las muñecas " y no se puede trabajar , decían muchos hombres en el pueblo.
- Mala comida para " sacar raíces " las berzas con patatas. Para este trabajo se necesitan garbanzos con tocino y chorizo.
La casa en la que se cocían berzas para comer " despedía " un olor especial porque las berzas al cocer despiden ese olor. Con la cocción se producen nuevos compuestos del azufre, entre ellos el sulfuro de hidrógeno que despiden ese " mal " olor.
En Cereceda se comían muchas berzas con patatas, un plato sin coste añadido pues berzas y patatas se " daban " en nuestros huertos. El tocino y los chorizos se " criaban " en la despensa.
- Un buen plato de berzas con patatas y un trozo de tocino y otro de chorizo cocido son una comida buena para " combatir " el frío - decía mi tía.

   Foto  www.google.es

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