GENTE POBRE NO NECESITA CRIADOS

Es una frase que repetía mi abuela Fausta a cada momento. Idéntica frase era repetida por todas las abuelas del pueblo a sus nietos y nietas.

Mi abuela decía la frase cuando me dejaba algo sin hacer de lo que ella me responsabilizaba : " Te has dejao el tazón del desayuno en la mesa de la cocina. Gente pobre no necesita criados. Espabila y recoge lo de la mesa, que es la hora de irte a la escuela."

En los años cincuenta eran las abuelas quienes se encargaban de la educación de los nietos pues el padre estaba ausente de la casa durante meses y la madre " bastante tiene tu madre con el ganao y los huertos " como para tener que estar tóo el día detrás de ti. ". Ésa era la razón por la que las abuelas eran las educadoras de nietos y nietas.

Nuestras abuelas habían ido poco o nada a la escuela, si es que había escuela en sus años infantiles. Pero sabían mucha gramática " parda " consistente en refranes, dichos, sentencias, coplas, romances, cantares de ciego y cuentos aprendidos de viva voz de sus antepasados.

Lo que más me gustaba del " idioma " de mi abuela y de las abuelas de Cereceda era que la frase siempre empezaba igual, pero acababa según el tema  del que se tratara.

Eran mujeres muy " piadosas " pero sus rezos, que no oraciones, eran la mayoría de las veces inventadas. Eso hacía muy difícil el aprendizaje porque D. Antonio, el cura párroco, las enseñaba en la catequesis de otro modo diferente al de mi abuela.

- Es igual, tú reza la oración como te la sepas, decía mi abuela.

Nunca conseguí que mi abuela me enseñara la oración de San Antonio para los animales perdidos, pero tampoco aprendí la de mi madre, ni la de mi tía Floripe porque cada una tenía su propia oración. La que yo sé me la enseñó Choni ( qepd ) una tarde de domingo hace unos pocos años. Ella la rezaba y yo la escribía en una cuartilla.

Así son las historias de Cereceda.

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