viernes, 24 de marzo de 2023

 EL BUCHE Y LA PALOMA






El buche es el nombre con el que se denomina a  la cría de la burra. Sea macho o hembra, en Cereceda, se decía siempre buche.

Es posible que la palabra " bucha " no exista en el diccionario de la RAE y, desde luego, doy fe que no existe en el diccionario " gatuno ".

El " pobre " buche está esperando que le abran la puerta del corral para marcharse trotando o saltando al prado o al cercado.

La paloma sobre la puerta de abajo del corral está esperando que desaparezca el peligro para entrar  en busca de las pesebreras en las que siempre encuentra algunos granos de trigo o de cebada para comer.

Deben ponerse de acuerdo, el buche deja el corral y la paloma encuentra su comida favorita : los granos de cebada que duermen en el fondo de las pesebreras.

Pero la paloma no puede abrir la puerta porque tiene una tranca de madera que está bien sujeta en la puerta y en el marco hay un engarce de hierro . Es la única manera de tener seguro al pequeño equino.

El buche le está pidiendo ayuda a la paloma.

Si la dueña viera la escena, abriría la puerta después de ponerle unas cabezás al hijo de la burra para llevarlo al cercado. Serían las cabezás con las que lleva a la burra Dominga, la madre del buche.

El buche todavía  carece de nombre, aunque es posible que le pongan el nombre de su madre, a la que llaman Dominga porque nació un domingo muy temprano, antes de la salida del sol.

La paloma es libre y su familia se encuentra en el campo.

Ella nació en un nido que sus padres habían hecho en una viga de castaño que estaba sobre las puertas del corral. Unas puertas grandes y pesadas que raras veces se abrían.

El buche y la paloma nacieron en el mismo corral. Sólo que uno nació y se cría prisionero y la otra nació libre y enseguida aprendió a volar.

C´est la vie !. ¡ Así es la vida !.


Foto  pinterest.es

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