MADRUGAR, MADRUGAR, y amanecer en la cama.

Es un dicho castellano, propio de tierras salmantinas.

Mi padre decía " mucho madrugar por la ñoche pero os amanece en la cama ".

En las noches de la taberna, escuché muchas veces la primera parte del dicho castellano : 

- " Mañana hay que madrugar. Es necesario que las vacas y los churros coman antes de que venga el chalán de Ciudad Rodrigo a llevarse el churro ".

- " Las vacas están pa la Dehesa. Tienes que ir a buscarlas porque a punto día las uñimos al carro y nos vamos a buscar un carro bálago a Valcabrero y, cuando vengamos y descarguemos, iremos al Regajo a buscar otro carro bálago. Eso lo hacemos antes de las doce porque luego la mosca les molesta a las vacas ".

- " Casi es mejor que no nos acostemos y cojamos las vacas, las uñamos al carro que ya está cargao en las Eras y empecemos el viaje carretera arriba por la Piñuela. Tenemos que subir a Miranda. "

Estas charlas en la camilla de la taberna se escuchaban cada época de trabajo.

Mi padre preguntaba " ¿ a qué hora os vais a levantar ?, y añadía riendo " mejor no os echéis ".

Siempre había alguien que aconsejaba tumbarse un rato en la cama.

Y, cuando se marchaban, mi padre riéndose decía : " madrugar, madrugar, pero seguro que les amanece en la cama ".

Y, muchas veces, demasiadas veces, así ocurría.

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