viernes, 1 de febrero de 2019


LA MANCOMUNIDAD DEL CONDADO DE MIRANDA DEL CASTAÑAR  ( continuación )

En el siglo XVIII por el Gobierno de la Nación fueron disueltos los Señoríos, por cuya razón desapareció la Mancomunidad  de Miranda del Castañar.
A pesar de su desaparición el Ayuntamiento  siguió ejerciendo la misma función en cuanto a la administración de los montes catalogados de Utilidad Pública. Hacia el año de 1.955 le fué retirada a la Mancomunidad, en esta caso al Ayuntamiento de Miranda, la citada competencia pasando la misma al llamado Servicio Territorial de Montes en Salamanca y posteriormente llamado Distrito Forestal, hasta terminar en el hoy llamado Medio Ambiente.








Con el progreso y el desarrollo social la producción de los montes se ha reducido de manera brutal.
En tiempos pasados la madera gruesa se destinaba a traviesas para los ferrocarriles. Hoy día eso ha fracasado al ser sustituídas por  hormigón.  Otra aplicación fué para entibar los túneles de las galerías  de las minas de carbón en Asturias y León. Hoy la madera ha sido sustituída por armazones de hierro.
Las leñas que se utilizaban para las lumbres de las viviendas y los hornos de pan, o en las cerámicas para cocer tejas y ladrillos, hoy se han sustituído por el gas y las cocinas de inducción; así como los hornos  por el gasoil y la electricidad.
Con todo lo expuesto, los montes hoy no producen para los gastos de la contribución rústica y gastos de mantenimiento.
Existe un servicio de vigilancia de los montes encomendada en un principio a los Monteros; luego pasó a los denominados Agentes Forestales, y hoy han llegado a ser Agentes Medioambientales, aunque para el pueblo llano se siguen llamando Monteros.
Cualquier persona que necesite tratar algún asunto relacionado con los montes, siempre empleará la expresión " voy a tratar con el montero."
Actualmente los montes han quedado relegados para la fauna - jabalíes, corzos, zorros ... - dando gran importancia a la ecología por la belleza de los paisajes. Estamos de acuerdo que la belleza satisface el espíritu, pero el estómago no se sacia con la belleza.
Si los municipios que tienen en su término municipal muchos montes que dan belleza por sus paisajes, fueran compensados por otros cauces para que los habitantes dispusieran de medios con los que subsistir, sería hermoso mirar el paisaje.
Con admirar la belleza del paisaje no se sacia el hambre.

                          Cereceda 10 de Diciembre de 2.018

  Foto  www.google.es

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