domingo, 15 de noviembre de 2020

 LA AMISTAD POR LA AMISTAD, y la burra por lo que vale.


Este es un viejo refrán que mi padre me contó muchas veces que acostumbraba decirlo el señor Manuel. El señor Manuel era un gitano, comprador y vendedor de burros, que vivió algunos años en Cereceda.

Con el paso de los años el señor Manuel dejó Cereceda y se marchó a vivir a Ciudad Rodrigo, pero todos los gitanos que pasaban por el pueblo lo recordaban : "¡ señor Cándido, que soy nieto del señor Manuel !." Y mi padre se sonreía y " como perro viejo " le decía " el señor Manuel sólo tenía dos hijas cuando vivió en este pueblo, y por aquí han pasao por lo menos cuarenta nietos del señor Manuel."




Al señor Manuel le gustaba hacer tratos. Ésa era su profesión. " comprar, vender y cambiar." Y hacer amigos... Pero siempre añadía la coletilla al refrán " señor Cándido - el señor Manuel era muy educado - usted y yo somos buenos amigos. Le he vendido tres burras, a cual mejor. ¡ No me diga que la paloma no era una buena burra !. Le ponía usted tres pellejos de vino y se los subía " cantando " desde San Martín hasta la casilla de Arroyomuerto. Pero esta burra es un tesoro. No puedo quitarle ni un real. ¿ Qué más quisiera yo ?."

Mi padre sabía que una burra , la Paloma, salió buena, pero las otras dos ... 

Este refrán pasó al vocabulario de los chalanes que compraban churros en la Feria Tamames - así decimos en Cereceda pues nos comemos la preposición " de " - y siempre te echaban la mano por el hombro y te engañaban. " Usté y yo somos amigos de hace años, pero el churro pesa 10 kilos menos de los que usté dice y vale los reales que yo le digo. Ni uno más, ni uno menos."  Y siempre añadían :

"La amistad por la amistad , pero el churro vale lo que yo le digo."

" De eso viven ", decía mi padre.

Foto  google.com



No hay comentarios:

Publicar un comentario